Nociones sobre inversiones en criptodivisas
Las criptodivisas son el conjunto de monedas virtuales que basan su seguridad en la criptografía, la ciencia que estudia los algoritmos, sistemas y protocolos que garantizan que una transferencia de información imposible de intervenir por un tercero no autorizado. En este caso la información protegida es de índole económico.
Cada una de estas monedas se conoce con el nombre genérico de criptomoneda, entre ellas las más conocidas son Bitcoin, Litecoin y Ethereum, las opciones más demandadas en las criptocarteras diversificadas.
La mayoría de estas monedas hacen uso de la tecnología blockchain o cadena de bloques. Se trata de un sistema que impide la modificación de los datos una vez que se han publicado usando para ello un sellado de tiempo confiable.
Esta tecnología de trasfondo, junto con otras peculiaridades propias de cada moneda, son las que aportan valor a las mismas. Muy a menudo los inversores noveles fallan a la hora de entender de dónde procede el valor de las criptomonedas bien afianzadas y altcoins emergentes. Una visión aceptable es que en realidad se toman acciones en pos de la adopción de esta tecnología con aplicaciones mucho más allá de las meramente financieras.
La comunidad de criptoinversores habitualmente marca una diferencia entre las criptodivisas virtuales (como por ejemplo RIPPLE), y las criptodivisas propiamente dichas. RIPPLE es una moneda preminada; es decir, todas las monedas existen ya. Por el contrario, tanto las Bitcoins como las principales altcoins (Cardano, Neo, Dash) continúan siendo creadas gracias a la minería, el proceso mediante el cual se emplea potencia de computación para resolver los algoritmos que subyacen a la moneda en cuestión.
La minería es una de las formas existentes mediante las cuales se puede iniciar un portafolio de criptodivisas. Otras alternativas son la participación en la venta inicial de monedas, más conocida por sus siglas en inglés, ICO. Si el equipo y la idea detrás de las nuevas monedas es de confianza, las ICO suelen derivar en crecimientos explosivos, tales como los que hemos visto últimanente en Tron o Vechain. Para aquellos interesados en la adquisición de ICO, conviene documentarse a fondo en el whitepaper.
En concreto es importante saber si la moneda se rige por la proof of work o por la proof of stake (pruebas de trabajo y participación, respectivamente). La primera prueba favorece a aquellos con alta potencia de computación, mientras que la segunda es conveniente para quienes poseen una gran cantidad de monedas. Por eso hay que observar que la administración de una nueva ICO no controle un gran porcentaje de las monedas totales, ya que podrían manipular el precio con facilidad.
Para los que quieran iniciarse en el mundo blockchain, lo más sencillo es registrarse en un exchanger, un mercado que permite cambiar de dinero fiduciario (euros, dólares, yuanes, etcétera) a criptodivisas. Siempre hay que recordar que las contraseñas que usemos en los exchangers no han de ser iguales a las de nuestros monederos virtuales, y que mientras nuestro dinero no esté en la cartera, está expuesto a posibles ataques informáticos. Por ello, elige mercados de plena confianza.
El mundo de las criptodivisas es complejo, pero para aquellos con ganas de aprender hay probablemente mucho dinero que ganar. En Criptolegalia.es te ayudamos a crear tu empresa para poder comprar y vender criptodivisas teniendo en cuenta la legalidad vigente, normativa fiscal, etc.